¿El intenso escrutinio de las empresas estadounidenses obligará a las empresas a cambiar su enfoque de los problemas políticos?
Después de una semana agotadora de controversias, los ejecutivos estadounidenses podrían usar un nuevo manual de China. Aquí hay algunos ejemplos de empresas que están doblando la rodilla ante Beijing y muchas menos están rechazando.
Tecnología
El miércoles (16 de octubre), Apple retiró la aplicación Quartz, que incluía cobertura de las protestas de Hong Kong, de su App Store china, y eliminó una aplicación de mapas de Hong Kong, que según Apple viola las políticas de la App Store y las leyes locales. Apple (+ 1.35%) también eliminó el emoji de la bandera de Taiwán para los usuarios de iOS 13 en Macao y Hong Kong.
Apple’s CEO, Tim Cook, has spent years cozying up to China, which accounted for almost $44 billion in revenue in the year ending June 30. China also handles the majority of Apple’s manufacturing assembly.
Entertainment
Some foreign movie studios are catering to Beijing by promoting Chinese products and censoring any political red flags in their films. Sometimes literally. Cinema sleuths noticed that the Japanese and Taiwanese flags are missing from Maverick’s jacket in the upcoming Top Gun sequel.
Why? China’s 60k+ movie screens and 190 million+ streaming customers. Next year, it’s expected to become the largest movie-going market with at least $12.2 billion in domestic sales.
Sports
The NBA’s tiff with China comes at a time when basketball’s “never been more popular” in the country, according to the NBA’s China head.
¿El motivo de la disputa? Tremendo crecimiento en un mercado extranjero que está loco por el baloncesto. Casi 500 millones de chinos transmitieron contenido de la NBA el año pasado (la población total de EE. UU. Es menos de 330 millones).
Los Nets y Lakers jugaron ayer un partido de pretemporada en Shanghai, pero los funcionarios chinos quitaron toda la disponibilidad de los medios. “Prácticamente toda la señalización corporativa” fue retirada en la arena, informó AP.
Las empresas y los ejecutivos estadounidenses están adoptando cada vez más posiciones sobre cuestiones políticas en el país (como DACA y el control de armas), pero han ignorado en gran medida la libertad de expresión y los abusos de los derechos humanos en China. Queda por ver si el intenso escrutinio del público estadounidense esta semana los obligará a cambiar sus enfoques.